El golpe maestro
Para ese dolor que se sigue propagando después de un tremendo golpe, hierva un puñado de ramas de ortiga en un litro de agua, durante diez minutos. Luego colóquese las plantas sobre la zona afectada. Si quiere evitar el moretón, entonces frótese con aceite de árnica y así logrará darle el golpe maestro a la huella y al dolor.
Muévase pronto
Si el golpe, que tanto lamenta, le afectó alguna articulación y ahora se le dificulta el movimiento, entonces coloque 100 gramos de sal sobre un paño de algodón, doble los bordes e introdúzcala en el horno, bien caliente, durante diez minutos. Después aplíquese la cataplasma sobre la contusión durante media hora y repita el proceso cada ocho horas.
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